Notas de Cata:
En la presencia de la vista, tiene una consistencia carnosa y lagrimas de textura robusta y desplazamiento lento, de perlado cortado y tamaño medio; con cohesión alta y desvanecimiento medio. Se percibe en nariz un fresco aroma a bosque de roble húmedo, flores de campo y piña silvestre aunado a una gama de aromas herbáceos y mentolados, en boca un sabor frutal con notas de agave tatemado balanceadas con humo y especias finas, te limón y citrales para llevarla a un retrogusto que afianza su esencia larga y placentera.
Es un deleite acompañarla con platillos de salsas cremosas, ricos en especias, quesos maduros, fruta fresca y dulce, y chocolate amargo.
Proceso de elaboración:
En Pequeña Raíz, el proceso de elaboración de nuestra Raicilla comienza con la meticulosa selección y cosecha de agaves maduros en la Montaña, seguido por una cocción lenta en hornos de piedra volcánica y barro tipo panadero, que otorga un sabor ligeramente terroso. Posteriormente, los corazones cocidos se maceran manualmente con mazo de roble en una canoa de madera de parota, liberando sabores de roble húmedo y especias exquisitas. Después, se inicia la fermentación con levaduras autóctonas y agua de manantial, dando lugar a una variedad de aromas herbáceos y mentolados. Finalmente, bajo la guía experta de nuestra Maestra Raicillera, el líquido fermentado se destila en un alambique filipino de cobre y madera, transformándose en una bebida compleja y mística que revela la esencia misma del proceso ancestral de producción de raicilla.